LA PRESENCIA Y LA LUZ
Nan Golding ha sido una referencia visual fundamental en Born. Siempre me ha fascinado su capacidad de captar en los momentos de luz la intensidad del presente de los cuerpos y de las situaciones humanas. Una especie de romanticismo contemporáneo, despojado de toda retórica, inscrito en los paisajes que frecuentamos, desprovisto de nostalgia, pero atentísimo a los signos de las pasiones y a su inscripción en la luz – el cosmos – y en las cosas – lo humano.
La capacidad de Nan Golding de plasmar la presencia tanto de quien está delante de la cámara como de la misma fotógrafa, me ha parecido un rasgo fundamental para la película histórica que yo quería hacer. En Born se trata justamente de explorar la presencia de los que vivieron entonces: nuestra presencia en su tiempo con nuestras preguntas – ¿así fue como nacimos? -; su presencia en nuestras vidas – los ecos de sus cuerpos en los nuestros.