NOTICIAS DE BONAVENTURA ALBERNI

Posted on oct 2, 2014

CaldereroLa familia Alberni era bastante destacada dentro de este oficio [calderero], con varios miembros que habían ejercido en Solsona y, después, en Barcelona.

El 17 de agosto de 1692, Bonaventura Alberni, hijo de Josep Alberni y de Coloma Ros, contrajo matrimonio con Teresa Serra, hija de un herrero de Esparreguera. Tres días antes, Josep Alberni, por “el amor que tenía a su hijo” Bonaventura, le había cedido la casa de la calle de Gensana. El hijo podía ocupar la tienda “con su fragua para el oficio de calderero, en el primer techo encima de dicha tienda […], dos aposentos en el segundo techo […] y no más arriba, quedando la azotea [la tercera planta, la del porche] para uso de dicho Alberni mayor”.

El padre cedía también los utensilios de la tienda y la ropa de vestir y de casa, y, además, prometía hacer, en el termino de un año “la división de dichas casas y por esto hacer las obras necesarias a efecto que su hijo pueda decentemente habitar aquellas”.

… el calderero sufrió problemas económicos y estos se hicieron públicamente evidentes en las prendas que le impuso la Batllia General de Cataluña, y que recibió, como era habitual, el guarda de las prendas, que dependía de esa institución.

Consta en el registro de la Batllia, por ejemplo, en el año 1698, endeudado por una deuda de diez libras al colchonero Salvador Prunes; en 1699, por otra de treinta libras al tutor de los hijos del latonero Pere Serdanya, y por una de quince al mercader Joaquim Salla; en el año 1700, por una deuda con el curtidor Francesc Maydo, y otra con el payés Josep Cocha (con prenda de una caja de plata con tres anillos, botones de oro y un guardapiés); en 1701, por una deuda de ciento noventa libras al batidor Bartomeu Masachs (con tres calderos), y por otra con el carpintero Josep Bassas (con un yunque, dos arquillas y veinticuatro ollas de hierro); en el año 1707, por una deuda de ciento quince libras al mataronés Llorenç Pi, y en 1716, por una de doce libras, otra vez con el carpintero Josep Borràs. Está claro que el oficial encargado de recoger los objetos empeñados estaba habituado a visitar la casa de Bonaventura Alberni, puesto que, como hemos podido constatar, no dejó de tener problemas económicos en todo este periodo.

Algunos de sus problemas podían venir por causa de haberse quedado, de manera poco clara, la heredad de su tío, el zapatero Bartomeu Ros “menor”, hermano de su madre, Coloma Ros. Según Bonaventura Alberni, el zapatero Ros “se creía muerto y estaba ausente mucho tiempo”…

García Espuche, Albert, La Ciutat del Born, 2009, pag. 258- 261