TELEDIARIO
1994
El presentador solo, delante de un video-wall (el espectáculo tiene vocación de parásito: quiere usar formas y espacios preexistentes y hacerlos resonar de otro modo).
La narración empieza como cada día: Buenas noches, Señoras y Señores... Lo que los dos monitores montados sobre retorcidos bastidores muestran es la figura del que habla: pulcra, neutra. El público sin embargo, percibe que la parte de la mesa y la ropa del presentador que no se ven en los monitores tiene pinta de haber pasado una guerra.
Detrás, en el video-wall, las noticias. "Reportajes", elaboración de imágenes cotidianas, música, paisajes sonoros y transformación electrónica de la voz. Todo tiende a la intensa voluntad de crear un hueco donde la poesía sea posible.
El presentador como cada día anuncia las noticias y da paso a los reportajes. Pero hay algunas irregularidades: a veces sonidos de la naturaleza animan de pronto el plató, otras veces algunas músicas invaden la sala. Las imágenes a veces tampoco corresponden exactamente a lo que se ve en escena.
En los reportajes se habla de lo que siempre se habla: batallas, poder, deportes, el tiempo. En los reportajes también, la música, el texto, los sonidos del ambiente, las imágenes y su montaje se combinan de forma inusitada: ¿Cabe poesía, arte y música en el mundo que narramos cada día?
Música, Idea y Texto Claudio Zulian. Dirección Claudio Zulian. Actor Manuel Carlos Lillo. Espacio Escénico Toni Rueda. Video José Pedro Estepa. Fotografía Carlos Solans. Producción Ejecutiva Arantxa Gonzalez. Coordinación Montse Herrera.
Encargo de Música del Segle XX. Presentado en Festival des Arts d'Aujourd'hui.